lunes, 3 de febrero de 2020

Gris.

Y hay días más grises que otros. Que te veo y me entra la pena, y hay otros días en los que no te puedo ni ver. Es un te quiero y te odio a la misma vez. Se acumulan los sentimientos y cuando estoy sensible, florecen. Intento pensar en el presente pero mi cabeza anda sola hacia el futuro imaginándose que no estás. Pena, tristeza, llámalo como quieras, pero así me siento. Tengo muchos miedos que hacen que no pueda dormir y encontré la solución, aceptar. Aceptarlos tal y como son, igual que a las personas o las situaciones.

 La vida tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Tiene alegrías y tristezas. Diversión y amor, como también vacío y angustia. Cuando estás en tus días malos necesito irme, porque me acuerdo de todo lo que hemos vivido y no me gusta revivirlo. Cuando estás como hoy, "inofensivo", parece que te vas a romper en añicos cuando te voy a tocar. No quiero que sufras, pero tampoco quiero que me hagas sufrir. 

lunes, 6 de enero de 2020

Vacío.

Sentir un vacío en mi pecho, que me falta el aire y encontrarme con mucha angustia. Llorar sin poder parar y pensar tanto en el pasado como en el futuro, el presente se bloquea. Mi mente va a parte de mi cuerpo y no me encuentro agusto con nada. Mis pensamientos tienen vida propia y a veces no los puedo controlar. Esa angustia como si de un agujero negro se tratara. Te preguntas el por qué de las cosas y sigo sintiendo aún más angustia. ¿Miedo a la muerte?, ¿Miedo al por qué de la existencia?, ¿Miedo a la soledad?. Y aún sigue esa ansiedad con la que tengo que vivir y adaptarme a ella. Vivir un preduelo es una de las peores cosas que existe y esto sucede así, cuando estamos eufóricos nos llevamos un increible bajón. Solo quiero que te vayas.